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viernes, 25 de enero de 2013

¿ POR QUÉ TU VIDA?




¿ POR QUÉ TU VIDA?
¿ Por qué tu vida funciona tan bien sin necesidad de que controles tu respiración, tus impulsos neurológicos, tu rápida cicatrización ante cualquier cortadura, cada uno de los movimientos y acciones de tu cuerpo? Todo funciona bien porque allí no fijas tu atención.
Allí dejas fluir, dejas ser. No pones trabas ni interferencias.
Asimismo ocurre con tu vida, si tú dejas ser, si tú sueltas los procesos de la vida que te crean preocupaciones, depresiones, angustias, rabias (esos acontecimientos que llamas problemas y que no son otra cosa que enseñanzas) verás cómo las cosas sí tienen solución, verás cómo le encuentras una rápida salida.
Comienza por pensar que en tu vida no hay problemas sino situaciones que resolver, un nuevo aprendizaje qué abordar. Si lo ves así y dejas de llamarlo problema, ya has ganado el 50% del trabajo.
La felicidad es olvidarse de los problemas y valorar lo que se tiene.
La felicidad está en ti mismo, si logras encontrarla, harás feliz a muchos más.
Para ser feliz sólo es necesario disfrutar de la vida y no dar importancia a los pequeños problemas que en ella te puedas encontrar.
La felicidad no consiste en tener todo, sino en saber sacar lo bueno que te da.
La felicidad cuanto más grande más emocionante se hace.
Las personas felices aceptan las cosas que no tienen remedio, pero luchan por aquellas que tienen solución.
La felicidad no se da ni se regala, sólo se comparte.
Para ti que amas...
Cuando la noche te encuentre con el corazón partido y angustiado por las amarguras recogidas en el día, recuerda que hay alguien esperándote con el pañuelo en la mano. Cuando el insomnio te haga dar vueltas desesperadamente en la cama, recuerda que alguien puede sembrar sueños de paz en tu mente. Cuando la soledad te oprima y tu grito no encuentre eco, recuerda que allá, del otro lado, alguien ama tu compañía y entiende tu clamor.
Cuando tus secretos no quepan más dentro de ti, amenazando romper los diques de tu alma, recuerda que existe alguien dispuesto a recogerlos y guardarlos con el cariño y la dignidad que tú esperas.

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